"Estoy pidiendo que se haga justicia. Los involucrados en la muerte de mi hijo son cinco, y quiero que todos, si tienen culpa que la paguen. No voy a hacer justicia por mano propia, porque soy un ciudadano como cualquiera, pero todos saben lo que pasa en el barrio y todos miramos para el otro lado. Más la Policía, porque sabe quiénes son los que venden”, contó Luis Acosta en una entrevista con El Chorrillero.
La droga estuvo en el medio de la pelea que terminó con la vida de Fabricio “El Guengue” Acosta, y es una preocupación que atraviesa a muchas familias de la zona.
Acosta hizo declaraciones que desnudan una realidad cruel que duele, que nadie atiende y que se clava como puñal en los barrios de Villa Mercedes.
Contó que su hijo tenía problemas de adicción “desde muy chico”, y que en varias ocasiones fue al Juzgado a pedir ayuda: “Quería ver si podían internarlo, pero como él era mayor debía ir por decisión propia”. También estuvo preso en algunas ocasiones. El pasado 17 de abril recibió un disparo mortal en el pecho, durante un enfrentamiento que silenció una esquina del Barrio Carlos Pellegrini.
“Lamentablemente se me fue de las manos, y la droga me lo llegó. Hoy me toca vivirlo, pero hay muchos chicos como él que la están padeciendo. Cuando estaba bien era un buen chico, no tenía problemas con nadie, pero cuando se drogaba andaba en su mundo. La droga hace que entre ellos se desconozcan”, relató.