La gente aún no sale del asombro al ver tantos policías y vehículos de la fuerza sobre la calle Rivadavia en donde esta la Catedral de San Luis, lugar que hace unos días fue el centro de los ataques de un grupo, de nos mas de 20 mujeres, que participaban de la marcha “Ni una Menos”.
“Parece una burla” dijo una de las personas que salía del edifico de la Catedral que no podía entender como el mismo operativo no lo hizo el Gobierno de San Luis el día que hicieron los destrozos.
El mismo Luciano Anastasi en persona se ocupó de comandar el despliegue policial que se vio esta noche y que no quedo muy claro porque se eligió justamente ese lugar para hacer el inicio de un trabajo de rutina que realiza la Policía.
Al parecer el ministro de Seguridad se ha visto en apuros por los dichos de la sociedad y de la autoridad máxima de la iglesia católica en San Luis ante la nefasta participación de su ministerio para prevenir los hechos del 3 de junio en la Catedral.
Por comentarios desde adentro del Ministerio de Seguridad, este lunes no fue uno más, al parecer ni el caso Guadalupe, ni el de Magalí Morales o toda la inseguridad que se vive diariamente en la provincia han hecho temblar esa cartera como este nuevo ataque a la Catedral lo que ha generado un llamado telefónico de la parte más alta de Terrazas del Portezuelo con una instrucción precisa, “hagan algo”.
Ante ese pedido al ministro de Seguridad se le ocurrió un operativo en la puerta de la Catedral con invitación a los medios de comunicación para que le hagan notas y poder mostrar que algo hace.
