Primero por la pandemia, luego por falta de integración del tribunal. Entre una cosa y la otra, hace cinco años que el Poder Judicial suspende el inicio del debate oral y público de un caso de abuso sexual por parte del psicólogo, Emiliano Di Rosa, a una entonces alumna de 15 años de la Escuela Centro Educativo N° 27 “Gobernador Santiago Besso”, de la Villa de Merlo. La madre de la víctima, “M” (para preservar la identidad), denunció que el presunto agresor está en libertad y en ejercicio de sus funciones.
“Recuerdo que ella me dijo ‘mamá quiero hacer la denuncia para que otro a niño no le pase lo que viví yo’”, contó “M” en diálogo con El Chorrillero. La mujer se enteró de los abusos que sufrió su hija, luego de que esta se animara a contarle las atrocidades que vivió tras volver de un campamento evangélico.
En 2019 la hija de “M” cursaba séptimo grado en la escuela N° 27, al percibir que la adolescente tenía asperger, los directivos del establecimiento coordinaron una reunión entre la madre y el psicólogo. Este último recomendó realizar sesiones semanales.
“Cuando lo conocí me pareció una persona genial y me decía que él también era cristiano pero que no se metía mucho en la religión. ‘Yo las voy a ayudar’, me aseguró”, contó la mujer.
Sin embargo, según consta en la denuncia radicada en el Penal, Correccional y Contravencional con asiento en Santa Rosa del Conlara, comenzaron a tener sesiones privadas en un consultorio en el primer piso del establecimiento; dato que confirmó una preceptora del establecimiento.
Tras las primeras tres sesiones el hombre comenzó a tocar y acariciar a la alumna; primero en el cabello y después en distintas partes de su cuerpo.
“Le decía que si no se dejaba tocar iba a hacer un informe diciendo que estaba loca y que la iban a llevar a un loquero. Ella me contó que la empujó boca abajo en el escritorio, la penetró por atrás, le metió un dedo y que le dolió un montón”, relató. Y la madre agregó que su hija avisó de los abusos a una docente, que figura dentro del caso, pero que ésta le pidió que no le cuente más nada.
Al momento de realizar la revisión médica, la especialista forense de Santa Rosa determinó que la adolescente no presentaba rotura de himen. Según la madre se debe a que tiene himen complaciente, una membrana que se estira sin romperse durante la penetración. En Cámara Gesell determinaron que la adolescente poseía un trauma compatible con abuso sexual infantil.
En 2020 el Juez Jorge Pinto ordenó la detención del profesional por Averiguación de Abuso Sexual. Debido a la pandemia fue trasladado al Servicio Penitenciario de San Luis y el juicio pospuesto. En junio el imputado pagó más de dos millones de fianza y desde entonces está excarcelado.
“Supuestamente tiene que ir una vez al mes a firmar un libro en una comisaría de Merlo. Pero no le sacaron la licencia, él puede enseñar y encima atiende a chicos con capacidades diferentes. Además, vi en redes que ofrece terapia en Buenos Aires, así que no sé si está en la provincia”, detalló la madre de la joven.
“M” actualmente está sin abogado, ya que en 2023 María Elena Aparicio argumentó que, por cambios en la secretaría de la Mujer, ya no la iba a poder atender.
"Me está comunicando lo que sucede un fiscal, (Néstor Mario) Zudaire. Me llamó una sola vez y me dijo que el juicio iba a ser en julio del año pasado. Esperé y no me habló más, después me asignaron un abogado que nunca se presentó, solo telefónicamente", recalcó.
La última comunicación con un abogado fue con Fernando Núñez. Quien, a través de WhatsApp, le avisó 28 días antes sobre la suspensión del juicio oral y público programado para 30 de julio del 2024.
“En razón de la falta de integración del tribunal por vencimiento del nombramiento del Daniel Sanchiño, suspendo el debate oral y público fijado en autos. Notifíquese a las partes. Pasen los presentes a reprogramar fecha de juicio, para el momento en que se encuentre integrado el tribunal”, reza la actuación firmada por la jueza de la Sala Penal de la Cámara de Apelaciones de Concarán, María Claudia Uccello.
"Ahora estoy esperando a que me llamen. Pero, al no tener un abogado estoy desinformada de todo. Encima él está libre y se aprovecha de niños con discapacidad, me da miedo lo que pueda hacer”, remató "M".
Por: Astrid Moreno Dione