Varias mujeres denunciaron que las causas por violencia de género contra Jonathan Raúl Andrada Villagra, más conocido como el “Flaco” Andrada no avanzan y que él se jacta que es sobrino de una jueza y nada le va a ocurrir.
Actualmente el hombre de 34 años se encuentra alojado en una dependencia policial mientras corre la prórroga de ocho días solicitada por su defensa ante la formulación de cargos más reciente que enfrenta. El lunes pasado, el ministerio Público Fiscal lo acusó provisoriamente del delito de lesiones leves agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género, amenazas, privación ilegítima de la libertad por el vínculo y daños, en concurso real con el incumplimiento de una orden judicial contra una ex pareja.
La mujer de 29 años detalló a las autoridades los hechos que ocurrieron el pasado 1° de febrero. Ella dió un relato que da cuenta de agresiones verbales y físicas durante una noche entera.
Andrada Villagra le envió un mensaje a su víctima a las 23:30 del 1° de febrero, para que la joven pasará a buscar prendas que había dejado en su vivienda, ubicada en el barrio San Martín. La pareja se había disuelto por otra agresión física, el pasado 3 de octubre. Desde ese entonces regía una orden de restricción, vigente por seis meses.
Jonathan Raúl Andrada Villagra.
A las 00:20 ella llegó y charlaron unos minutos, pero notó que tenía intenciones de traer a otra mujer y drogarse. Allí ella quiso irse del lugar y él reaccionó violentamente, tomando su celular y arrojándoselo al patio interno de la vivienda. En ese momento Andrada Villagra sacó chapa de sus supuestos vínculos: “Sos una puta, andas con tus amigos, no le tengo miedo a tu papá, tu hermano ni nadie, tengo toda a la cuarta comprada porque yo soy sobrino de la jueza Virginia Palacios, no hagas la denuncia porque te voy a partir”, le gritó de acuerdo a la presentación que hizo la fiscalía.
Luego el “Flaco” comenzó a golpear a la chica. Le dio un cabezazo en la boca, otro en la nariz y un golpe de puño en el pómulo derecho. La joven quedó con el rostro ensangrentado y con dificultad para ver en uno de sus ojos por la hinchazón.
El hombre siguió con su plan. Bloqueó la puerta de ingreso a la casa con dos pilas de ladrillos block y un tablón.
Ella logró recuperar su celular del patio. Cerca de las siete de la mañana ingresó a la vivienda para recostarse del dolor y allí el hombre se arrimó a ella. Esperó a que se durmiera y contactó a su familia que la rescató al mediodía del 2 de febrero, no sin antes sufrir otra agresión: él la tomó de los pelos, la tiró al piso y le arrojó una vez más el dispositivo.
La Policía llegó al lugar por el llamado del 911 de una transeúnte que escuchó los gritos que provenían desde el domicilio. Fue alojado en la Comisaría Cuarta.
En la audiencia de formulación de cargos la Fiscalía de Género solicitó la prisión preventiva por 90 días.
Denuncias y escraches
Durante la semana, otras víctimas agredidas por el hombre salieron en medios de comunicación locales a relatar hechos similares, que datarían por lo menos desde 2013 e involucrarían a unas 10 mujeres.
Además de las agresiones físicas y verbales, las denunciantes enumeraron toda una serie de vejámenes a las que fueron sometidas por el detenido. Desde la retención de celulares y redes sociales a amenazas con armas de fuego y hasta la revisión de la ropa interior por parte de Villagra Andrada. A su vez las víctimas pidieron por un rápido accionar de las autoridades, ya que aseguran que las denuncias contra él no avanzan y recupera la libertad rápidamente.
Este viernes, un grupo de activistas feministas recorrieron el centro de la ciudad y con pancartas y cánticos se expresaron contra el agresor. También se viralizaron posteos en redes sociales.